¿Es el buzoneo efectivo?
La efectividad del buzoneo como forma de promoción está en entredicho desde hace tiempo. Muchas empresas ven como un gran porcentaje de los folletos que encargaron acaban en el cubo de la basura. Los detractores destacan que el abuso de este tipo de publicidad ha hecho que se vuelva muy molesta.
Aunque para muchos resulte complicado de entender, el reparto de material publicitario impreso en los buzones sigue siendo una de las técnicas que se revela más eficaz dentro del marketing directo.
Existen expertos que creen a día de hoy, que esta práctica ha quedado obsoleta debido al auge de las redes sociales. El alcance de una campaña de mailing o de Facebook es mucho mayor, más segmentada y más barata que el de una campaña impresa.
Pero los estudios y encuestas expresan lo contrario. ¿Cómo es esto posible?. ¿Por qué cada vez funciona mejor el buzoneo?.
En los principales estudios sobre la efectividad del buzoneo, se sigue observando, que el material impreso goza de una gran aceptación por parte de aquellos que reciben promociones, ofertas o comunicaciones publicitarias a través de su buzón. Todo esto ha llevado a ser considerado según las últimas encuestas, como uno de los medios que menos rechazo genera entre los consumidores.
Nadie tira nada sin ver o leer el mensaje, aunque un alto porcentaje de folletos acaben en la basura, Hay estudios que con esa lectura rápida, de apenas un segundo, el folleto ya ha cumplido su objetivo de impactar en la mente del consumidor.
Si de cada 500 folletos salen uno o dos clientes, la campaña puede resultar rentable.
Ese gesto autómata de echar un vistazo, imposible de evitar por ningún protector de spam, aunque sea de décimas de segundo a un folleto, ofrece la posibilidad de provocar el interés de un determinado target que pocas estrategias de marketing online consiguen lograr.
A menudo, según se ha podido saber, estos vistazos en ascensores o subiendo las escaleras, están detrás de futuras búsquedas en internet para profundizar en la información vertida en la cuartilla o folleto impreso.
Y es que las nuevas tecnologías, lejos de ensombrecer al papel impreso, están sabiendo darle el impulso definitivo. Las grandes empresas de marketing se han dado cuenta que es más un aliado que un enemigo, los mejores resultados suelen venir con una estrategia mixta.
Por todo ello parece que la publicidad impresa y el buzoneo le queda una larga vida. Los datos, nunca mienten, así lo vienen confirmando estudio tras estudio.
Finalmente ni «el vídeo mató a la radio», ni el marketing digital a la mercadotecnia directa.
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